Ruinas de la Parroquia de Cartago
Aun cuando algunos historiadores dan a la fundación del templo parroquial de Cartago fechas un poco distintas, lo cierto es que esa disparidad de opiniones no afectan en mucho la relación histórica, pues la diferencia de unas fechas a otras es de muy pocos años. Don Ramón Matías Quesada, por ejemplo en un escrito firmado el 12 de octubre de 1904 dice que la Parroquia de Santiago se fundó en 1575.
Monseñor Thiel en sus datos cronológicos publicados en el Mensajero del Clero de 28 de febrero de 1900, asegura que la Iglesia Parroquial fue fundada de 1577 a 1580, refaccionada en 1615; reedificada del todo por el Vicario Provincial desde 1656 a 1662. En 1718 se cayó parte del lienzo o costado de la iglesia. Parece que no se hizo una reforma en regla, de modo que en 1751 la parroquia estaba en muy mal estado.
Y el Lic. don Cleto González Víquez dice en la Revista de Costa Rica el 11 de noviembre de 1923 al hablar del Padre Sandoval que fue en 1656, cuando siendo Vicario Provincial y Comisario del Santo Oficio dio orden de destruir la iglesia de horcones y adobes y duraba desde 1580 y que había sido reparada en 1615 y 1638.
En esos años era Obispo de esta Provincia el limo. Sr. Fr. Antonio de Zayas, quien el 12 de mayo de 1580 dio su aprobación a la importante cofradía conocida en aquel entonces con el nombre de la Santa Vera Cruz.
C 4, Cartago, Costa Rica
La pobreza del Templo
El Obispo don Pedro A. Morell con motivo de su visita canónica efectuada a esta ciudad en 1751 dice lo siguiente de la pobreza de la Parroquia: «La Parroquia es la más capaz con su Sacristía, tres capillas, y cinco altares sin adorno competente; en el Mayor está colocado el Apóstol Santiago, que es el titular. No tiene torres, las campanas en el remate de la frente que cae sobre la puerta principal, su cementerio es de tapia, y su pobreza es tal que el ingreso no sufraga para una moderada decencia, ni hay para repararla ni vestirla; los ornamentos son pocos, están rotos y viejos, las campanas quebradas, las paredes sucias y el techo lleno de goteras. Estos atrasos se han originado de habérseles privado del noveno y medio que por la ley le compete y del excusado que de tiempo poseía».
ASIENTO DE LA PRIMERA IGLESIA PARROQUIAL DE CARTAGO, DEDICADA AL APOSTOL SANTIAGO, PATRON DE ESPAÑA FUNDADA ALREDEDOR DE 1575.
RECONSTRUIDA VARIAS VECES DURANTE LA EPOCA DE LA COLONIA, LA DESTRUYO CASI EN SU TOTALIDAD EL TERREMOTO DE SAN ANTOLIN QUE OCURRIO EL 2 DE SETIEMBRE DE 1841.
SU CONSTRUCCION EN PIEDRA SE INICIO AÑOS DESPUES Y, ANTES DE SER TERMINADA QUEDO EN EL ESTADO ACTUAL A CAUSA DEL TERREMOTO DE SANTA MONICA.EL 4 DE MAYO OE 1910.
ICT INSTITUTO COSTARRICENSE DE TURISMO
15 DE SETIEMBRE 1973
Las ruinas descritas por don Ramón Matías Quesada
Cuando en el presente siglo se iniciaron los nuevos trabajos para la reedificación del templo, el distinguido Prof. don Ramón Matías Q. escribió lo siguiente el 12 de octubre de 1904: «Una de las condiciones que el Sr. Stork impuso al nuevo cura y Vicario de Cartago, fue la que debía empeñarse en continuar los trabajos de la Iglesia Parroquial paralizados hace más de 30 años por motivos que no es del caso exponer. Verdaderamente ha sido una lástima que el templo más antiguo del interior de la República permanezca aún en cimientos que semejan ruinas colosales y convertido a la vez en excusado público cuando no en sesteo de los bueyes de la policía.
Aquel histórico sitio del corazón de la ciudad, rodeado de buenas construcciones por tres lados y con el Parque Central a su frente, es el mismo que se fundó en 1575, la Parroquia de Santiago de Cartago reconstruida varias veces durante la colonia española y arruinada finalmente por el terremoto de San Antolín ocurrido el 2 de septiembre de 1841.
Opinan personas entendidas que después de esta fecha, el edificio no quedó tan deteriorado que no hubiese admitido sólidas reparaciones para poder seguir sirviendo muchos años más. Pero aquella era la época del dinero, del ardor religioso, del afán caballeresco y se dispuso demoler a fuerza de pólvora los muros de cal y canto, para emplearlos en el relleno de plazas y valles y erigir un vasto y sólido templo de piedra, el cual correspondía al rango de la Ciudad de los peninsulares gobernadores, amenazada siempre de terremotos.
Sumas enormes de dinero representa la obra nuestra que hoy apenas está casi a flor de tierra, sirviendo de asiento a las ironías de nacionales y extranjeros.
En acatamiento de la orden del Prelado D. el nuevo cura Otón Castro, persona digna de todo aprecio por su ilustración y virtudes y que apenas hace pocos días que tomó posesión del cargo de acuerdo con la Municipalidad ya tiene organizada y fungiendo la Junta Directiva, que se compone de caballeros muy honorables y merecedores de la confianza pública.
Por la última negociación de terrenos que el ayuntamiento ha verificado con la Compañía Ferrocarrilera de Costa Rica, la Junta Parroquial tiene derecho a percibir 40.000 colones que será una nueva base para reanudar los trabajos. Y si se logra unir los ánimos y levantar el espíritu general, no faltarán recursos con que hacer por lo menos una hilada de piedra al año. Paso que dure y que no madure para que el pueblo no se fastidie con los frecuentes turnos y demás contribuciones. Es cierto que la terminación de una obra es tan grande, tal vez no sea visto por la presente generación, pero mientras el martillo golpee sobre los muros de piedra que allí se está invirtiendo el sudor de un pueblo, no faltará el óbolo del creyente ni decaerá el entusiasmo pues los unos por la fe, los otros por el ornato y los demás por el recuerdo histórico, todos debemos cooperar a la erección de que en su género no tendrá rival por muchos años en todo el país»…
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