Considerada por muchos especialistas de la obra kafkiana como la cúspide literaria del escritor, debido tanto a su complejidad estructural y a su madurez simbólica y metafórica, como a la densidad intelectual de los motivos que la forman. Laa fuerza expresiva de Kafka alcanza una intensidad inusual, siendo testimonio de la falta de compromisos, de su firme voluntad de enfrentarse a un terrible reto existencial: el asalto contra la última frontera terrenal, su deseo de ser final o principio. Esta madurez e intensidad, su extraordinario estilo, el cual convierte a Kafka en un rey secreto de la prosa alemana, hacen de la novela un joven clásico de la literatura universal, un clásico que ha desencadenado un alud de interpretaciones y comentarios, no sólo literarios, sino filosóficos, teológicos, psicológicos, políticos y sociológicos, demostrando así que ha tocado el nervio de nuestra época.

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Franz Kafka y El Castillo en la Wikipedia.