Presidente de la República: 1847 a 1849—1866 a 1868. Decretó la actual Bandera tricolor y el motivo central del Escudo, el 29 de Setiembre de 1848.
Doctor José María Castro Madriz
Nació en San José el l9 de setiembre de 1818, siendo sus padre don Ramón Castro Ramírez y doña Lorenza Madriz Cervantes.
En la Universidad de León, en Nicaragua, obtuvo los grados de doctor en leyes y en filosofía en 1842. Poco después, casó en San José con doña Pacífica Fernández Oreamuno.
Tenía veinticuatro años de edad cuando llegó a ser Ministro General en el gobierno de don José María Alfaro, y entonces aprovechó la oportunidad para fundar la Universidad de Santo Tomás. Después fue diputado y Presidente del Congreso, proponiendo entonces el establecimiento del Hospital San Juan de Dios y la creación de plazas de médicos del pueblo.
Poco más tarde fue nuevamente Ministro, y en 1847 se le eligió Presidente del Estado, siendo el gobernante más joven que hemos tenido, ya que no había cumplido aún veintinueve años de edad.
Entusiasta como pocos por la educación popular fundó en ese año un colegio para señoritas, primer establecimiento para la enseñanza de la mujer fundado en nuestro país. El 31 de agosto de 1848 otorgó a Costa Rica el rango de REPUBLICA, decretando poco después su ESCUDO y su BANDERA que, con poca variación, son los mismos que tenemos en la actualidad. Por todo esto se le dio el justo título de FUNDADOR DE LA REPUBLICA.
Magnánimo con sus enemigos políticos, perdonó la vida de los cabecillas que intentaron en varias oportunidades derrocar su gobierno y a quienes los tribunales habían condenado a muerte. Enterado de que se estaba fraguando otra revolución, él doctor Castro dispuso dimitir el mando antes que emplear medidas extremas. «La Presidencia de la República», dijo, «no vale una sola gota de sangre».
En 1859 fue elegido Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, y luego desempeñó el cargo de Presidente de la Corte Suprema de Justicia. En 1866 se le eligió nuevamente Presidente de la República. Su administración fue de progreso para el país. Respetó la libertad de prensa en el más amplio sentido del vocablo, y dio gran impulso a la instrucción pública, pero no finalizó su período, porque fue derrocado el l9 de noviembre de 1868 por un movimiento militar.
Poco después volvió a ocupar el alto puesto de Presidente del Supremo Tribunal de Justicia, y en varias ocasiones el de Secretario de Estado; asimismo desempeñó importantes misiones diplomáticas. Puede decirse que hasta el último día de su «vida dedicó su talento y sus energías al servicio de su país.
Es el doctor Castro, sin duda alguna, una de las figuras más notables de nuestra historia. Pocos ciudadanos entre nosotros han reunido más clara visión de estadista, más desinterés en el servicio de la Patria, más virtudes cívicas que él. Su figufa y su obra no han sido todavía estudiadas ni agradecidos sus servicios eminentes. Toca a las generaciones futuras realizar ese acto de justicia.
Tan ilustre costarricense falleció en San José el 4 de abril de 1892.
Busto del Dr. José María Castro Madriz en el Cementerio General.
Placa en el Salón de Expresidentes de la Asamblea Legislatva.
Rafael Obregón L.
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